Terminé de escuchar la historia.
— ¿Y estás segura de que ella se prendió fuego a sí misma? — pregunté mientras mi mente trabajaba a toda velocidad.
— Sí. Todo el suelo... Cuando ella lo hizo, todo empezó a arder muy rápido, como si lo hubiera planeado. Salí corriendo.
— ¿Por qué te quedaste?
— Yo... quería mucho a la Señora. Sé que... querer a alguien... es una debilidad. Y... ser débil significa morir. Lo entendí aquel día. Pero... quería ayudarla. Ella... me salvó — dijo con lágrimas en los ojos.
Me detuve un momento y con mucho cuidado, rodeé sus hombros con mi brazo y la atraje hacia mi.
— Entiendo. ¿Y se lo contaste alguna vez a Kelly y Kael?
— N-no — respondió mientras notaba cómo sus hombros convulsionaban — E-ellos... s-si no s-se hu-ubieran i-do... podrían... haberla... salvado.
"Con su habilidad, es posible que hubiesen vencido" — me dijo mi lobo.
— Quizá. O quizás hubieran muerto y los Ejecutores hubieran regresado.
— Qui-quizás... pero... nadie...