Dos horas después estaban llegando al hospital Olivia, Prudencia y Marissa. De Santiago nada se sabía, le llamaron en distintas ocasiones y nunca atendió el teléfono, así que Benjamín le escribió un mensaje y lo envió con la esperanza de que lo viera.
《Estamos en el hospital en CDMX con Damián, nuestro hermano tuvo un accidente automovilístico y está muy mal. Sería bueno que vinieras.》
Lo envió y vio que de inmediato se entregó, pero no fue leído.
—Tu hijo no se digna a aparecerse, mamá. No responde, no lee los mensajes, nada.
—Lo último que me importa en este momento es Santiago —respondió con indiferencia Olivia —tampoco es que tu hermano vaya a mejorar con su presencia, lo que sí es que va a venir a alterarnos a todos, ya lo conocemos muy bien.
Aunque Benjamín sabía que su mamá tenía razón no daba crédito a sus palabras, pero no sería él quien hiciera de todo eso algo mas grande así que eligió guardar silencio.
Fue de madrugada cuando por fin salieron a darles información de Dam