Ava DeCostello
Miami
Terminando de cenar y de compartir un rato y después nos acostamos a dormir, teníamos que descansar lo que restaba de la noche, para al día siguiente, podernos ir al Seaquarium con Helen.
Descansamos muy bien Eryx y yo y por la mañana temprano, me levanté con el tiempo suficiente para despertar a Eryx, del modo que, más le gustaba con besos y abrazos y caricias, que por supuesto, nos llevaron a algo más.
–Así si comienzo feliz mi día, Ava – Eryx estaba encantado – Buenos días, mi mujer maravilla.
–Buenos días, mi dios griego – Lo besé y me levanté de la cama desnuda – Alcánzame en la ducha.
Caminé sensualmente a la ducha, ondeando mi cabello con movimientos sexys, por lo que Eryx, no dudó en seguirme y entramos jugando a la ducha y una vez ahí dentro, nos dimos un baño refrescante, para recargar las energías para ese día que, apenas comenzaba.
–A esto le llamo, empezar bien el día – Se reía Eryx, sacudiendo su cabello al salir de la ducha – Gracias, por este herm