Luca ya había hecho más que suficiente por ella; no había necesidad de que él se arriesgara también.
Sin embargo, Vanessa guardaba un pensamiento secreto. La presencia de Luca, su apoyo incondicional, empezaban a hacerla dudar. No quería aceptar demasiado de él… por miedo a que, llegado el momento, le costara buscar venganza como había planeado.
Así que, en silencio, Vanessa comenzó a reunir información sobre la situación de esas personas y fue a visitarlas sola.
Desafortunadamente, todos encontraron distintos pretextos para no verla.
Después de ser rechazada una y otra vez, Vanessa se sentía frustrada. No entendía por qué se negaban a recibirla.
¿Acaso no querían involucrarse en esos asuntos otra vez?
Vanessa hizo mil conjeturas en su mente.
Pero una cosa era segura: Beatriz definitivamente había utilizado métodos turbios para convertirse en presidenta del grupo. Y esos métodos no habían sido nada limpios.
A pesar de los continuos tropiezos, Vanessa no se rindió. Aunque sentía una am