Al llegar al restaurante francés a la hora acordada, Vanessa entró justo cuando comenzaba a sonar la música. Daxton se acercó a ella, sosteniendo un ramo de rosas blancas.

—Oye, ¿y esto qué significa? —Vanessa se sorprendió y no aceptó las flores.

—¿Dónde tienes la cabeza? He venido a felicitarte por el lanzamiento de tu producto y a discutir algunos asuntos —dijo Daxton, aparentando estar relajado.

Vanessa no pudo evitar fulminarlo con la mirada. —Guarda las flores. Hablemos de lo que querías discutir.

Daxton negó con la cabeza impotente, apartó las flores y le indicó que se sentara. —¿Podemos hablar mientras comemos?