Cuando Mariah regresó de su viaje de negocios, le informaron que Leonardo había estado en el extranjero todo ese tiempo y que no había vuelto.
Por alguna razón, sintió una punzada de desilusión al escuchar esa noticia. Antes de irse, se había prometido a sí misma que no dejaría que las acciones de Leonardo la afectaran; pero ahora… ni siquiera lo había visto.
Decidida a no quedarse atrapada en ese torbellino emocional, Mariah desvió toda su atención hacia el trabajo, sumergiéndose en sus tareas para mantener la mente ocupada.
Mientras tanto, bajo el cuidado de Vanessa, la salud de Luca mejoraba poco a poco.
Su relación con Isla también se volvió más cercana.
A veces, Vanessa los observaba susurrándose cosas al oído y no podía evitar maravillar-se de la sangre que los unía. A pesar de tantos años separados, parecían haberse vuelto familiares de inmediato, incluso compartiendo pequeños secretos a sus espaldas.
Vanessa sonrió y negó con la cabeza antes de dirigirse a la cocina para prepa