Era simple, después de un matrimonio por contrato, donde la única perjudicada era yo, lo más lógico sería querer el divorcio, pero el problema es. Que después de divorciarnos, este hombre no deja de perseguirme ¿Qué no tiene una mujer que ama, que no soy yo? ¿Por qué este capitán de la marina no me deja en paz? Se supone que soy una mala persona ante sus ojos. Pero ¿por qué ahora parece un pequeño cachorro en busca de mis caricias? En definitiva, esto no va bien, más cuando soy la ex-esposa del temible capitán Ares Alexius, un hombre sin sentimientos, al cual lo quiere lo más lejos posible de mi nueva vida de soltera.
Leer másLa mansión Alexius, una joya de la sociedad, el lugar más maravilloso ante los ojos humanos, todo lo que cualquier pudiese soñar con ver algún día
Por lo menos el sueño de muchos, mientras para ella, para sus hermosos ojos tan negros como su vestido, no eran más que una basura, la pesadilla que no le deseaba a nadie
Pero ya estaba allí, no había mucho que pudiese hacer, tal vez sí desistía, si mejor se marchaba, no, podía hacerlo, debía, tenía que hacer aquella locura tan grande que planeaba
Pero Venus Raptius, no era una cobarde, no claro que no lo era, esta dio un largo suspiro y sin más bajo de su auto, algo destrozado y nada compatible con los que veía a su alrededor
Igual no le importo, ella caminó con su cabeza en alto, exaltando su bella figura, aquella que robaba las miradas de todos los hombres y el odio de las mujeres inseguras a su paso
Nada comparado para lo que tenía planeado, más cuando observo a todos los presentes, militares, personas de negocios y mujeres tanto casadas, como las que buscan tener la atención de los casados
Todo en busca de lo mismo al fin y al cabo, sobre todo de aquel que sobresalía ante todos, aquel que observaba todo con una pequeña sonrisa, una que ella sabía que es tan falsa como todos los presentes
Fue por esa razón que decidió quedarse en silencio, todo en busca de que los invitados incitaran al cumpleañero a cortar el pastel, más cuando este era la gran capital
Nada más y nada menos que el gran capitán Ares Alexius, uno de los hombres más importantes en la marítima, el gran capitán, un hombre de negocios, un ser ejemplar que había llevado a la gloria a su familia
Por lo menos lo había hecho hasta hacía algunos años, en el que se había llegado a casar con una mujer de clase baja, una chica mentirosa y oportunista que deseaba su dinero
Ella lo había usado, había utilizado su gusto sobre ella, para quedar embarazada, o por lo menos mentir sobre su embarazo, todo para que este se casase con ella
Una mujer sin la más gota de decencia, pues nunca llego a estar embarazada, lo descubrió luego de casarse que no era más que una jugarreta de esta
luego de ser humillando ante la sociedad, no le quedo más que quedarse con aquella horrible mujer, tal mujer que se negaba a dar el divorcio al gran y maravilloso capitán
—Vamos todos… Es hora de cantar el cumpleaños a mi querido hijo…
Venus, levanto una ceja llena de expectación, aquella mujer, de verdad que tenía una manera curiosa de llamar la atención
Aquella que fue aún más en el momento en el que un enorme pastel de cuatro pisos se mostró ante todos los invitados
La hermosa mujer resguarda entre la multitud, sonrió, más al ver como Nara Nicolau se colgaba del brazo del cumplimentado y lo felicitaba con una gran sonrisa
Dando así el gran ritual del cumpleañero y este le daría su primer trozo de pastel a su más amado ser en toda la fiesta, los aplausos fueron cesando y las personas parecían ansiosas por saber
A quien el gran capital le daría su primer trozo, después de todo era un año de ausencia, aquel había servido a su patria por largo tiempo y no sabían por cuánto tiempo más estaría presente
Pero, aunque el silencio abarco el lugar, alguien más aplaudía, y entre la multitud, la hermosa mujer, con la silueta de una sirena caminaba hacia la pareja
Mientras muchos al saber de quién se trataban se escandalizaban y otros parecían no creer la desfachatez de esta frente a aquel hombre tan admirado
—Feliz cumpleaños al gran capitán Alexius, hubiese traído un regalo, de no ser porque no me invitaron, pero ya que estoy aquí ¿no le darás el primer trozo de pastel a tu esposa?
Las voces de todos en el lugar se habían vuelto completamente exageradas, mientras la mujer colgada del brazo de Ares, no tuvo más opción que liberarlo
Más cuando este había movido su brazo con intensión de que esta lo soltase, pues ya con el escándalo presente era más que suficiente
—Venus… ¿Cómo mi esposa no estaría invitada?
“Cretino”
Aquel fue el pensamiento de aquella, pero está, solo se encogió de hombros, mientras camino hacia su esposo, aquel que se le cortó la respiración en cuanto la vio acercarse
Tal vez haría un escándalo, tal vez lo golpearía, llevaban un año lejos, un año en el que no había hecho una sola llamada a pesar de poder hacerlo
No había enviado una sola carta, un esposo malvado que había dejado de lado a su esposa por completo, un hombre que ella encontró con del brazo de otra mujer
Ares, esperaba cualquier cosa de su parte, después de todo, él la había abandonado, y la había ignorado hacía tanto, que no le sorprendería que esta reaccionara de manera prudente
Pero su esposa, recibió el pequeño plato en sus manos y mientras le guiñaba un ojo a la mujer al lado de su esposo, probo el pastel, mientras hacía un pequeño gemido de deleite
Algo que por poco logra hacer reír a carcajadas al callado y serio capitán, pero está solo paso el palto a la mujer y le sonrió con coquetería
—Ya que te gustan tanto mis sobras te lo regalo…
El escándalo llegó a ser a un más fuerte, las personas estaban tan sorprendidas, pero nadie se atrevía decir o hacer nada, Ares estaba presente, todos sabían cuán exigente este era con el trato hacia su esposa
Por lo que luego de limpiar un sucio imaginario en su boca y la intensa mirada de su esposo sobre ella, Venus con una ligera sonrisa, le entrego un papel doblado a su esposo, que saco de la pequeña abertura de su vestido, la cual se preguntaba ¿dónde lo había sujetado?
Miles de pensamientos impropios habían llegado a la mente del capitán
Mientras aquel fruncía el ceño, además de todo, ¿de qué trataba aquel papel? Que sin importarle nada, o quien estuviese presente, hablo con su tono juguetón y lleno de sarcasmo
—Mentí… Si prepare un regalo, y este es… Los papeles que por fin nos darán la libertad, pues quiero el divorcio cariño…
— Y por el poder que me concede la santa iglesia, yo los declaro marido y mujer… Puede besar a la novia… Venus observó a su ahora esposo, aquel con el que jamás imagino que efectivamente se casaría Aquel que le dio una tenue caricia en la mejilla, antes de darle un beso lleno de amor, uno lleno de tanto cariño y deseo de una vida juntos Que al separarse solo pudo imaginar lo magnífico que estaba por llegar, la dicha que sería tener una vida perfecta a su lado Ares era su todo, y él también lo era para ella, su esposo, de nuevo su esposo y ahora no habría manera de separarse Ahora no habría nada que los separará, ahora podrían tener un gran final feliz, más cuando había tanto por qué vivir Por lo que tenían y por lo que estaba por venir Les presento al señor y la señora Alexius… Los gritos no se hicieron esperar, todos estaban emocionados, incluso Electra, quien luego de notar que no le quedaba más que bendecir el amor de su hija En busca de que aquella tuviese una larga vida
—No… No… Por favor, no me digas eso, no es verdad, no lo es… Te ruego por favor, te lo suplico, dime que no es verdad…Ella lloraba, hablaba entre sollozos, y suplicaba en su interior a todos los dioses que no fuese verdad, que la vida no fuese tan cruelPero Dante no lo negó, solo mostró una fingida mueca de dolor, y negó con la cabeza, mientras ella sentía que se quebraba por completo—Lo lamento cariño, me gustaría decirte que no es verdad, pero si lo es, yo mismo envíe a que la asesinaran, es muy bueno el hombre, así que ¿Cómo puedo mentirte? Tu hija está muerta…—Te mataré… Te voy a matar, hijo de puta, te mataré…Ella se había quebrado por completo, Venus bajo la cabeza, lloraba y lloraba, mientras rogaba los dioses en voz alta que por favor ese hombre haya falladoQue la vida no le arrebatara de nuevo a un hijo, suplicaba que por favor de ser así se la llevaran con su hija, pues ella ya no quería vivirElla no era capaz de siquiera poder sobrevivir con algo como eso, pero Dante
La llamada de Fénix había logrado poner más que nervioso a Ares, estaba tenso, completamente agobiado y preguntándose por qué ese maldito miserable insistía en fastidiarloPrimero se llevaba a su mujer y luego quería asesinar a su hija, la niña ahora estaba con Fénix, él se había encargado de la seguridad de su hijaAquella que había quedado bastante sensible, pues había tenido que dispararle al hombre dos veces, lo había hecho como una profesionalHabía afirmado Fénix, aunque estaba un poco nerviosa y un poco sensible por el hecho de lastimar a alguienÉl parecía extasiado con la situación, con el saber que su sobrina se había protegido a sí misma y a Maya, pues Fénix estaba seguro de que el hombre estaba dispuesto a asesinar a la niña—Capitán… Qué bueno que lo encuentro, tengo que informarle algo importante…—¿Es el paradero del auto? Porque si no es eso no me importa nada más…Ares camino hacia la salida de la base, mientras estaba más que irritado, pues a pesar de tener una maldi
Harmonía observaba desde la ventana principal del castillo Alexius, el ingreso y la salida de los autos Notaba a los hombres grandes de un lado a otro, algunos militares, otros no lo eran, todos parecían estar muy interesado en custodiarla En poder verificar que la niña estuviese bien, su padre había salido del lugar como alma que llevaba el diablo Mientras ella notó en sus ojos llenos de lágrimas y su expresión tenebrosa, que había sucedido algo malo, esperaba que llegara su madre Que le indicara que todo estaba bien, que no había de que preocuparse, que su tío Dorian, solo se reiría con su padre como siempre lo hacía Esperaba algo, aunque fuese, incluso el regreso de su padre, estaba tan nerviosa, tan ansiosa, ella sabía que pasaba algo Lo sabía, pues lo podía notar en la expresión de cada uno, en como la miraban, la niña hizo un pequeño gesto melancólico Mientras observaba aún por la ventana con expresión perdida —Mi pequeña niña, deberías comer algo ¿Qué te pareé un poco d
Dante se había quedado en silencio, él solo observaba, hacía le vacío, parecía ser que aún esperaba a la persona que visitabaQue al parecer tenía a alguien con quien tener una conversación en aquel lugar, pero la verdad era que la visita ya había acabadoNo había nada más que le llamara la atención, no había nada más que quisiera observar, solo estaba allí en completo silencioPor lo menos lo fue hasta que la guardia de seguridad, aquella que se había llevado consigo a Nara, camino hacia él y le mostró una pequeña expresión lastimeraSin duda alguna no una buena noticia a cualquiera que le interesara la seguridad de NaraEra una pena que, a él, ya no le importaba mucho aquella, pues justamente deseaba con todo su ser, que no fuesen buenas noticiasPor lo menos no para ella—Señor Marras, tengo malas noticiasUna pequeña sonrisa surgió de sus labios, observo a la mujer con un brillo malicioso en sus ojos e hizo una señal para que esta continuase—La señorita Nicolau de camino a su cel
Nara observó el lugar, estaba perdida, más que perdida, observo como en medio del camino venía Gaia, esta seguramente estaba en la lavanderíaSeguramente su castigo había sido ayudar a en aquel lugar, ella no conocía mucho aquella maldita cárcelPero si sabía dónde quedaban algunas cosas, sobre todo el lugar de castigo, uno que estaba más que segura, que no quedaba por allíPero ¿A dónde la llevarían? ¿Dónde querría Dante enviarla? No era nada bueno, lo sabía, siempre era igual, siempre sería de aquella maneraObservo a Gaia y pareció rogarle con la mirada, pareció solo suplicarle por ayuda, pero Gaia, solo la observo con un gesto lleno de molestia y camino hacia un costado del pasilloEstaba más que dispuesta a ignorarla, no había que ser un genio para notarlo, no tenía que ser tan lista para saber que sería su fin—Lo lamento, de verdad lo lamento, no debí hacerte enojar, no debí ser una mala persona contigo…Gaia la observo como si aquello que acaba de decir no fuera más que una to
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