Ryan
El aire frío me recibió cuando salí del auto, con Dayana sosteniéndome del brazo como si estuviera hecho de cristal. Mis pulmones protestaron al inhalar, y un leve ardor en la garganta me recordó que no estaba al cien por ciento. Aunque no iba a admitirlo, agradecía que ella estuviera allí; me ayudaba a disimular lo mucho que tambaleaba.
—¿Estás seguro de que no necesitas ayuda para subir las escaleras? —preguntó cuando llegamos a la entrada del edificio, su tono a medio camino entre preocupación y burla.
—Estoy seguro de que podría subirlas saltando en un pie, pero no quiero arruinar tu espectáculo —respondí, sonriendo. Su risa fue como un pequeño premio a mi sarcasmo —miré los escalones que llevaban al lobby del "Golden" jamás había reparado en la cantidad, ¿eran ideas mias o cada escalón era enorme? los conté mientras los subía con esfuerzo; siete escalones, nunca los había contado.
Mientras el elevador nos llevaba al piso de Devon Dyana me ponía al dia con los último aconteci