Un contrato de matrimonio me separó del hombre que amaba... Al morir mi hermana tuve que ocupar su lugar. Me casé con mi cuñado y me convertí en la madre sustituta de su pequeño hijo. Pensé que no volvería a ver al hombre que una vez amé... hasta que mi marido me pidió que lo buscara y lo sedujera... Entonces mi vida se convirtió en un desastre y él se valió de su dinero y su poder para vengarse de mí.
Leer másCapítulo uno. No te cases con mi hermano.
"Narra Chloe" Si aquel día hubiese podido llorar lo habría hecho, hacía tanto que no lo hacía que mi mente casi había anulado las lágrimas de cualquier orden que pudiese llegar a mi cerebro. En ese entonces pensaba que ya había llorado todo lo que tenía que llorar. Me miraba al espejo vestida de novia y en el fondo, muy en el fondo de mi encontraba que me parecía a ella. La sombra de mi hermana muerta estaba por todo dentro de mi, en cada resquicio de mi miseria se hallaba ella. El que fue su marido hasta hacía solo cinco meses atrás ahora se iba a convertir en el mío gracias a la ambición y el mal negocio de mi padre con quien un día fue mi cuñado y en ese entonces el viudo de mi hermana y futuro esposo mío. Pero, si aquello era ya bastante siniestro y degenerado, la guinda del pastel la ponía su hermano, mi ex. El hermano bastardo de quien se convertiría en mi marido por obligación era el gran amor de mi vida, un amor que nunca podría sacar de mi sistema y del que sipre supe que moriría enamorada. Pero la familia suele tener ese efecto sobre los más débiles cuando son felices: siempre tienen una nueva parcela de tragedia para ellos y la mía, la mía era justamente casarme con el hombre que más despreciaba aquel que tanto amaba. Alicé el corsé de mi vestido de novia y me coloqué la última margarita en mi pelo castaño decorado en un moño alto justo cuando la puerta de la habitación se abrió dando tal golpe detrás que casi descorcha el pladur y me saca el corazón del pecho. —¡Maxen... ¿Qué haces aquí?! — aúllo colocando una mano en mi garganta. Un gesto autoprotector. —¡No lo hagas! — implora el hombre de mis sueños rotos —. No te cases con mi hermano, Chlo. Tú no puedes haberme dejado de amar así como así. Mi hermano no puede hacerte feliz. Ya sé que no tengo su dinero ni su poder pero no puedes ser amada por semejante animal, no teniendo mi amor todo para ti. No lo hagas. Cuando sus manos habían alcanzado las mías yo estaba más nerviosa todavía. Su hermano, mi futuro marido podía llegar en cualquier momento y Maxen saldría más herido si no recibia mi rechazo a solas Mis ojos verdes luchando por contener las lágrimas le miraron. A los suyos azules con tal desprecio que entendí en ese instante que era un gran actriz y proseguido escupí con todo mi veneno prefabricado: —Yo nunca te he amado, Maxen. Solo nos divertimos y sí, tienes razón... no puedes hacerme feliz porque eres un mísero sin recursos más allá del calor de su cuerpo pero, ¿sabes qué...? — la pausa me obligó a tratar mi llanto —, ya tengo quien me dé todo lo que necesito y no solo una parte. Busca en otro lado eso que tanto anhelas y déjame en paz. Sergi puede darme todo lo que necesito y le quiero, a ti no soporto ni tocarte. Ese día sus manos dejaron las mías tan rápido como sus ojos me abandonaron. Sabía que debía ser cruel pero no esperaba que él me creyera tan fácil. Al.final de esa fatídica noche yo era la esposa de Sergi Coleman y había destrozado a su hermano con mi ¡Sí, quiero! Fue el último día que estuve a solas con mi amor. Fue la última vez que él me tocó, que me imploró algo o que me hizo sentir amada. Luego de eso mi caótica vida no hizo más que ir en crescendo hacia el desastre.Epílogo. Todo acaba como empieza.— — — — — Siete años después — — — — —"Narra Chloe"Hacen exactamente nueve años hoy de que aquellas pinceladas de tragedias que dibujaban nuestros caminos, más de vez en cuando de lo que me gustaría.Tiempos lúgubres que se asfixiaron en el incendio en que volvimos todo mucho más colorido de lo que supusimos en su día. Los demonios se extinguieron para siempre y no queda ni un solo vestigio del dolor que supimos palear muy bien. Hoy solo consumimos paz. La unión perfecta de nosotros mismos convertidos en lo que siempre anhelamos y tanto nos costó alcanzar.Hoy la pequeña Marie tiene seis años y es casi tan alta como su padre, —es una forma de decir — y lo que sí ha sabido heredar muy bien de él, es su capacidad para protegernos a todos, sobre todo al pequeño Albert que ya surca los once años.El anhelo de lo que nunca se ha tenido pinta los ojos del alma de llanto, de pena por el vacío que no puede ser llenado hasta que se desborda el dolor.Y allí
Capítulo ciento tres. Te quiero tanto."Narra Chloe"Después de todo lo que ha pasado no podemos salir de la cama. Uno encima del otro y le voy contando cosas de su pasado y sabiendo que no creo que vaya a recordar pero al menos podré decirle lo que yo viví, y que vea la vida a través de mis recuerdos.—¿Me dejas que te haga el amor de nuevo?—Acaso crees que puedo impedirlo?En un movimiento inesperado para mí, él me levanta de mi posición y me sienta sobre sus piernas para colar su nariz en mi cuello y gemir bajito cuando le tomo el rostro y busco sus labios con los míos. Me he vuelto loca por él en cuestión de nada y siento una deuda enorme conmigo misma por haberme apartado de él sin darle la oportunidad de recordar y sino de seguir desde donde podamos. Algo es más que nada y él se lo merece.Mientras sus manos aprieta mis caderas y su lengua juega desesperada con la mía, yo corroboro el tremendo sentimiento que se crece cada vez más en mi pecho, por él y solo por él. —¡Te dese
Capítulo ciento dos. Quiero irme contigo."Narra Chloe"No puedo negar que estoy nerviosa. Voy en el coche atacada. Es la primera vez desde que volvió que vamos a acabar civilizadamente. Sentarnos y decirnos todo lo que ha pasado en su versión original.No sé cuantas veces he tenido que pasar las manos por mi vestido de los nervios pero finalmente hemos llegado y me estoy bajando del coche con el corazón en un puño.—Le espero, señora —me anuncia el chófer. —No te preocupes, Mauro llévatelo y vete a casa a descansar, yo me iré en taxi. Si es que me voy... pienso al entrar al hotel.La recepción me anuncia cual es la habitación de mi marido y me indican que está en la suite. Supe por Jackie que ha recuperado sus cuentas y que casi está listo el trámite de su vuelta a la vida. No por gusto tenemos el abogado que tenemos, vuelvo a ser esposa y ni siquiera he hablado con sentido con mi marido.Llamo a su puerta y cuando menos me lo espero me abre, sus ojos se quedan congelados y los mío
Capítulo ciento uno. Saldar deudas."Narra Chloe"—No le des más importancia —mi amiga me arropa en el sofá —. Yo tengo que decir que me alegro de que todos tengan tan claro que siempre voy a tirar de ti para sacarte a flote de donde sea. Max tiene que currárselo bien si quiere que le perdonemos.—¿Aunque eso haga que te usen para darme caza? —me abrazo a ella —. Sabes que vienen por mi.—Lo importante es que sé cómo sacarnos de todo. Siempre. Y que vamos a disfrutar mucho del proceso.No quiero que parezca que estoy divirtiendome con esto pero tampoco puedo decirle que si a todo y abrirle los brazos, y los de mis hijos también para que mañana salga corriendo con su novia cuando todo esto le abrume. Maxen nos ha olvidado, no nos conoce y eso es muy difícil de solucionar y gestionar.—Te quiero, Jackie —llevo su rostro al mío. Pego nuestras frentes. Las dos sonreímos, nos hemos hecho amigas.—Ya lo sé —me besa la punta de la nariz —. Espero nunca dejes de hacerlo.Después de oír varias
Capítulo cien. Vamos a arreglar esto."Narra Maxen"Ha sido una experiencia tenerla cerca.No he querido decirle nada porque está enfadada y la entiendo de cierta forma pero he tenido flashback, cada vez que discutimos me vienen imágenes de mi vida pasada y no quiero que piense que la deseo a mi lado otra vez porque quiero recuperar mi memoria. Quiero que entienda que la deseo a ella, para mi, conmigo. Que puedo sentir como la amo, como la amé. Que quiero a mis hijos a mi lado, que quiero ser padre, proteger a mis bebés todos los días de su vida y no sé cómo hacerlo sin lastimar a nadie, sin dar ideas equivocadas. Pero me estoy muriendo por ella.Me duele al lado contrario por Monique, sé que le estoy rompiendo el corazón pero no puedo evitarlo. En algún momento lo hablamos. Ella alguna vez tuvo la epifanía de saber que esto podía pasar y así ha sido, era algo un tanto esperado pero qué puedo hacer si la quiero, si la tengo cerca y empiezo a recordar. No puedo evitarlo.Cuando vi Alex
Capítulo noventa y nueve. Cada vez más lejos."Narra Chloe"Jackie entra cuando se va su marido y empezamos a repasar la agenda. No tocamos más el tema de Maxen y se lo agradezco mucho, no es algo que ahora mismo me apetezca, necesito seguir adelante con mi vida hasta que él vuelva a irrumpir en ella que estoy segura, de que así será. —Te ha traído un ramo de flores —suelta risueña cuando acabamos de preparar los detalles de la reunión. —No quiero hablar de mi ex marido.—Técnicamente no es tu ex, eres su viuda y no —matiza entre una risa más amplia —, no me refiero a Maxen, es John quien te ha traído las flores. Unas hermosas rosas blancas.Inmediatamente se abre la puerta de mi despacho y entra Anabelle con las flores en un jarrón con agua, son preciosas si. Llenas de gajos lacados en negro que le dan una decoración medio navideña y muy elegante. Hundo mi nariz en ellas y hasta cierro los ojos, llevo demasiado tiempo sin permitirme ser cortesana, o jugar a la seducción y creo que
Último capítulo