— Dijiste que me lo explicarías, adelante… Muero por escucharlo… — Sugirió Ania al tiempo que se mordisqueaba un poco el labio y señalaba el asiento vacío a su lado, en el sofá.
— Bueno, es que yo… — Liam le obedeció y se sentó a un lado de Ania, pensativo. — Quería hacerte una propuesta…
— Oh, eso suena interesante… ¿Y de qué se trata?
— Voy a ir al grano… — Liam inspiró profundo y la miró a los ojos. — Quiero proponerte un matrimonio por conveniencia.
— ¿Qué? — El corazón de Ania dio un fuerte sobresalto, esta vez fue ella quien se puso pálida, pues la verdad, no se lo esperaba.
¿Un matrimonio por conveniencia? Era mucho más de lo que ella pensaba hacer, pero la vida podía llegar a dar muchas vueltas y esta vez parecía que el destino estaba de su lado.
— Desde antes de conocerte me lo habían sugerido varias veces debido a los rumores que hay sobre mí y mi familia por mi larga viudez… La idea siempre me pareció algo descabellada, pero desde que te conocí, siendo sincero, ya no