La vida da muchos giros, un día eres la secretaria de tu amigo de la infancia, y al otro eres su esposa, luego de que su prometida escape. El problema es que no sé ser la esposa del importante hombre que es Maximiliano, no sé actuar como la esposa adinerada que no soy, sin contar que ahora debo soportar a la novia que regreso de su fuga y la terrible familia de mi esposo que no está para nada feliz con ello. Pero cuando creía que todo no podía ser peor, me entero de que todo no fue más que un engaño de mi parte del hombre que ahora llamo esposo y que al final este no fue más que estafador, que me enredo a su voluntad
Ler maisEl hombre caminaba de un lado a otro, parecía un león en una jaula, a punto de atacar, parecía extra, furioso y frustrado
Mientras yo sentía una gran lástima por él, pues no era fácil saber que tu novia escapo, justamente el día de tu boda
No era difícil tener que afrontar todo, cuando eras el gran Maximiliano Lup, uno de los hombres más importante de todo Transilvania
Pero entonces sus pasos se detuvieron, sus ojos azules se encontraron con mis ojos verdes y de la nada, salieron las palabras que jamás imagine que saldrían de su boca ni en mil años
―Sanda ¿quieres casarte conmigo?
Observé a mi jefe, sin poder creerlo, mis ojos se abrieron en grande y mi gesto podía decir que era el de un meme, podía hacerse viral en semanas
―No…
Él me observó como si hubiese sido un golpe, es que ni siquiera lo había pensado
Y tal vez sería cruel, estaba segura de que todos dirían que era muy cruel, pero la verdad era que no me casaría con este hombre
Este hombre era mi amigo de la infancia y mi jefe, el gran señor de la corporación Lup, no me casaría con él, no cuando solo sería no más que la novia de remplazo
―Sé que esa negativa, tiene un “sí” escondido
―Tiene un claro “no” no me casaré contigo, busca a otro Max, no seré yo…
―Pero Sanda, ¿quién se casará conmigo? Saben lo que dicen de mí, incluso mi prometida acaba de escapar, no hay otra opción, cásate conmigo, Sanda no me dejes solo, siempre hemos estado juntos y siempre lo estaremos, estamos juntos casi las veinticuatro horas, ¿qué esto no es un matrimonio? Solo hagámoslo formal
Ahí había un gran error, no estaríamos siempre justos, yo planeaba renuncia, lo tenía más que pensado desde hace unas semanas
No había llegado a tocar el tema, solo por el hecho de pensar que tal vez sería no más que un mal momento con su boda tan cerca
Pero estaba más que decidida, quería una vida, tal vez iniciara a demostrarle un poco más de cariño a mi novio, este, aunque estaba un poco distante
Tenía fe en que la relación podía salvarla, pero tenía que escapar de Max, solo tenía que lograr conseguir otro empleo
Uno en el que mi jefe no fuese tan adsorbente, uno en donde no me llamaran incluso para preguntarme donde estaban sus calcetas
—Quiero renunciar, quiero dejar de trabajar para ti Max, deseo salir de la vida que llevo, quiero tener una vida normal, quiero vivir lejos de usted y todo mi legado familiar…
Ya no me importaban las deudas y mucho menos su desastre de vida actual, esta era mi oportunidad y no pensaba desaprovecharla
este era mi momento de más fortaleza y no pensaba perderlo, pero entonces observé su mirada azul claro de un momento a otro se había convertido en algo oscuro
algo que demostraba que no estaba de buen humor, por lo que observe como su gesto tranquilo se había convertido en algo feroz y la muestra tangible que había cometido un error
y se había mostrado ante mí, sin duda alguna estaba en problemas, sin duda alguna a él no le había agradado para nada mi decisión
—Eso no sucederá jamás, eso no lo permito… Sanda… ¿Sabes cómo será la manera en la que te permita dejar de servir a nuestra familia? Puedes imaginar lo que sigue, así que…
―No soy una jodida esclava Max, yo he vivido para ti, desde que tengo memoria, pero estoy cansada de esta situación, quiero vivir, quiero tener un futuro, quiero tener una familia, hijos, quiero ser libre, y que mis hijos no tengan que servirte a ti y a tus jodidos hijos, por siglos de los siglos… No quiero esto…
Sus ojos seguían tan oscuros, quería salir corriendo y huir, de su furia, pero sabía que, si no lo hacía en estos momentos, él solo evitaría, le tema después, siempre lo hace
¿Qué ahora no hablamos de conseguir un remplazo? Sé que yo toque el tema, él no parecía impórtale para nada aquello
Él es astuto, siempre lo ha sido, por lo que la verdad era que no deseaba escapar de mi destino, sea cual sea
― ¿Entonces qué planeas? ¿Abandonarme casarte? ¿Con quién? ¿Con tu novio? No me jodas, ¿de verdad esperas algo como eso? Los dos sabemos que eso no pasara, tú y él no tiene un futuro, jamás…
Golpe bajo, no podía pasar y no sucedería y la verdad era que me dolía tanto que me causaba un fuerte dolor en el pecho
―Tengo un novio a diferencia de ti, no me casaré contigo porque lo respeto y por qué yo…
―No digas estupideces, tú y yo sabemos muy bien, que no es verdad, que solo estas con él, porque temes quedarte sola, pero te estoy ofreciendo mi compañía, hasta que la muerte nos separe
Jodido imbécil narcisista porque si mi jefe es eso y mucho más, y la verdad es que no sé cómo he podido soportarlo en todos estos años
Apreté mis manos en puño y hablé con furia, sin importar cuál cruel podía ser
―No tienes que ser imbécil Max, el hecho de que tú seas un novio de m****a no te da el derecho a tratarme cómo quieres, porque no soy la que escapo, solo soy, la quiere tener una vida mejor, tal vez Penélope también lo hizo
Note su gesto, y también podía golpearlo de la misma manera, y él lo sabía, por lo que este, al entenderlo, dio un largo suspiro y hablo como si aquello que dijese fuese no más que verdad
―Sabes que me duele más que tú me dejes, no me importa que Penélope escape, ella es jodidamente innecesaria en mi vida, pero tú…
―Acaba de escapar Max, te acaba de dejar por teléfono, ¿no estás pidiéndome que me case contigo por algo?
―Por supuesto, por qué te tengo a ti, eres todo lo que necesito, serás la esposa perfecta
―No digas estupideces, Max, no me voy a casar contigo, eres mi jefe y mi amigo, pero creo que debe haber un margen para todo esto
―Y me lo dices ahora que mi vida está hecha un completo enredo, ¿me dejas ahora que tengo todo esto en mi cabeza? ¿Hablas de un marguen justo a hora? No puedo acertarlo, no porque desde que éramos niños no lo has colocado
Me siento como una basura era cierto, ¿cómo podía hacer algo como eso? Max debía estar muy enojado, pero camino de un lado otro
Estaba segura de que mi padre, nuestros padres a quienes él había echado hacía unos momentos, debían estar pegados en la puerta
Intentando escuchar nuestra discusión, pues estaba completamente convencida que no entendían como era que este quería sacarse con su secretaria, cuando había tantas mujeres que lo harían encantadas
―Puedo conseguir una actriz, alguien que quiera ayudarte, yo…
― ¿Y crear un escándalo? Sabes que solo sería un golpe, aún peor para mí, imagine de hacerlo, no podemos, no hay nadie en quien confié más que en ti
―Pero Max, yo no me casaré contigo ¿Qué parte de renuncio no estás comprendido?
―Que hagas algo como esto esté día… Carajo… hagamos un trato, uno que nos beneficiara a los dos
―No quiero dinero
―Nunca quieres dinero, nunca quieres joyas, nunca quieres nada, incluso no quieres casarte conmigo y como siempre debo rogar por ti
―Max…
―Hagamos un trato, acepto que te vayas, aunque me duela, aceptaré que renuncies, pero antes de hacerlo cásate conmigo, sé lo que dirás, no quiero escuchar esa m*****a palabra, pero si te casas conmigo, te prometo que pagaré la universidad de tu hermana, la deuda de tu padre y te daré todo el dinero que necesites para iniciar una nueva vida
Lo observo sin poder creer lo que decía, parpadee una y otra vez mientras parecía estar un poco ansiosos por su repentina propuesta
No había duda que una persona desesperada, era capaz de todo, incluso de ceder ante aquella locura
― ¿Me darás mi renuncia tranquila y todo lo que dices? Debo mucho dinero…
―Lo que tú debes, yo lo gano en una hora, así que dime ¿te casaras conmigo?
― ¿Por cuánto tiempo? ¿Seis meses?
―Cinco años
―Siete meses
―Cuatro años
―Ocho meses
―Tres años
―Nueve meses
― ¿Maldita sea? ¿Qué es esto un embarazo? Un año, vamos directamente un año, no estoy dispuesto abajar más, sol un año, es justo, pagaré todo, solo debes estar casada conmigo por un año, así que ¿tenemos un trato?
―Trato…
Extendí mi mano y lo observé con un gesto un poco incómodo, no podía creer que había tomado aquella decisión
En lo que este mostró una sonrisa satisfecha y sin más dijo las palabras que me lograron cogerla y debatir si había tomado la mejor decisión
―Por cierto, será como cualquier matrimonio, no pagaré una fortuna por un circo, para eso, solo me consigo payaso, por lo que espero que cuides de mi esposa, es porque lo hagas en todos los términos…
―Espera ¿Qué?
―Lo que escuchaste, será un matrimonio real, así que bienvenida a la familia Lup, por este año, te espero en el altar…
No dijo más, solo camino hacia la salida del lugar, mientras yo me sentía terriblemente estafada, me sentía en un principio
Que había firmado un contrato con el diablo y lo peor, era que no me había dado cuenta hasta ahora.
―Los declaro marido y mujer… Puede besar a la novia…Observe a Maximiliano frente a mí, aquel que me guiño un ojo, a lo que no pude evitar sonreír ante aquello.Más cuando los gritos se escucharon y los novios se habían dado un dulce beso cerrado, aquello que los unirían de por vida.Antón y Stella se veían felices, era su boda, aquella que tanto habían planeado y permitieron que nada la opacara, a lo que observe como Zane y Nerea lanzaban los pétalos que habían quedado en la canasta.Algo que me divirtió demasiado, pues no era para hacerlo, pero ellos parecían divertidos, y Antón igual, pues este había parado frente a ellos, se había agachado.Y había recibido pétalos de los dos niños, justamente como había hecho Nerea, quien les sonrió con genuina felicidad a aquellos y los abrazo con fuerza.Nerea y Zane habían pasado por mucho, sobre todo luego de aquel terrible juicio, donde ellos tuvieron que contar todo lo ocurrido.Nerea tuvo que hablar sobre lo que hizo Andrei, mientras este
Los barrios bajos eran terribles, la verdad era que no le deseaba ni a mi peor enemigo el vivir en un lugar como este.―Denme sus teléfonos, no podemos permitir que llamen a la policía…― ¿Qué?―Creía que venían de parte de Ciriana, creía que eran aliados, ¿Por qué no podemos llamar a la policía en caso de problemas?Antón se quejó con furia, mientras que yo solo observe al hombre con cautela aquel que solo se encogió de hombros hablo con indiferencia.―Ustedes no lo entienden, nosotros no hacemos cosas muy buenas que digamos y no iremos a la cárcel, solo estamos ayudándolos con ese demente, que les hizo daño a niños, y no estábamos dispuestos a ofrecer asilo a alguien como él, pero mi hermana pidió que no hiciéramos nada, que solo los retuviéramos algo que hemos estado haciendo, no pidas más… Así que dame el teléfono.―Hablas mucho y no explicas nada.―Que me des el teléfono…El saco sus armas, Antón mostró un gesto lleno de frustración, por lo que lo entrego con furia, aquel a punto
Entre a la pequeña habitación en la sala de pediatría, observé al hombre sentado al lado de mi hijo, aquel estaba completamente concentrado en él.Lo observaba con detalle, lo tenía tomado de la mano y parecía estar en medio de algo, una parte de ellos dos fue por esa razón que solo tome asiento a su costado.Lo observe en silencio, deje que hiciera con Zane lo que se hacía, sus ojos azules estaban tan conectados en nuestro hijo, que de la nada dio un largo suspiro.Y hablo sin dejar de observarlo.―Cuando nos quedamos solos, le hice una promesa a Zane, le dije que yo me aferraría a él, como él se había aferrado a mí, le dije que lo amaría y lo protegería como a nada en el mundo, que me iba a encargar de cuidarlo, que nada lograra causarle dolor o tristeza, que lo amaría tanto como te amo a ti…―Max…―Pero le fallé, lo hice con los dos, tanto con Nerea como con él, lo hice porque desde el inicio había fallado a primera promesa, ¿Cómo creía que esta vez la cumpliera? ¿Cómo sería posibl
Mi corazón latía como loco, la policía estaba allí, completamente desbordada, acordaron el lugar y no permitían que nadie entrara, mientras que yo no dejaba de temblar.No dejaba de mostrarme aterrada mi hija, mi hijo ¿Dónde estaban? ¿Por qué no los dejaban salir a mis hijos al igual que a los otros niños?Max, se encontraba en la entrada del lugar, discutía con lo que parecía ser el capitán, mientras que él manoteaba y parecía enfadado, Antón hablaba en medio de los dos.Al parecer intentando conciliar en medio de la situación, una que no veía pies ni cabeza, cuando Max estaba de aquella manera y parecía estar a punto de explotar.Yo estaba en un costado con Stella, temblaba como loca, mientras que ella se aferraba a mí con fuerzas y parecía mostrase como un pilar en este difícil momento.Pues debido a que solo habíamos recibo unas llamadas que indicaba que la escuela de mis hijos había sido atacada por un hombre, el cual se había llevado a uno de los niños.Y que habían atacado a un
Andrei.Caminaba de un lado a otro, lo hacía de manera desesperada, mientras me preguntaba ¿Cuánto tiempo duraría en traer a esta mujer?La verdad era que estaba ansioso, lleno de tanto, sobre todo en el lugar en el que me encontraba, mi mayor peligro, era el hecho de que solo me dejaran así sin más.No, aún no había nada seguro, aún no había nada que los hiciere atarme a este lugar, por lo que podía estar tranquilo.Más cuando al final de cuentas, Sanda era Sanda, ella no me haría daño, ella no se atrevería siquiera a poner una demanda, cuando yo soy su amigo de la infancia.El padre de su hija, aquel que aquella pequeña niña adoraba con todo su corazón, por lo que podía estar más que tranquilo.Fue entonces cuando la mujer entro al lugar, un guardia la seguía a su costado, mientras que ella me observaba con lo que parecía bastante sorprendida y ladeo la cabeza para verme mucho mejor.Ya no era para nada la mujer que una vez conocí, aquella mujer elegante y refinada que solía demostr
El lugar era lúgubre, note como Max parecía un poco incómodo, aun así, no soltó mi mano ni por un solo segundo, mientras caminábamos por los pasillos.Entonces, de la nada, pude ver a Antón en la entrada de la habitación que, según Max, le había indicado que estaría, pude ver su semblante incómodo.Y como parecía no haber siquiera decirme, Antón nunca había sido bueno para momento como este, solía ponerse incómodo con la muerte y los sitios demasiado tensas.Por lo menos eso era algo que recodaba de este, si me preguntaba, podía jurar que no sabía, ¿cómo era que este ahora sería el esposo de Stella?De aquella mujer ruda y bastante exigente que estaba segura de que para encontrar a su futuro esposo tendría que pasar por mucho.Pero aquí estaba él, demostrando lealtad y seguridad a mi hermana, mientras nos regalaba una pequeña sonrisa y caminaba hacia nosotros.Probablemente, para que mi padre no notara que habíamos llegado y podía imaginar que Stella se encontraba con él dentro de aqu
Último capítulo