Capítulo 83
La puerta de la joyería se abrió suavemente con el sonido sutil de la campanilla en lo alto de la entrada. Augusto salió primero, con el brazo extendido hacia Patricia. Ella caminaba despacio, protegiendo su vientre y sonriendo como una niña enamorada.
Los dos siguieron hacia el coche, del brazo y felices.
Dos de los reporteros ya se preparaban para cruzar, cámaras listas, celulares grabando, miradas hambrientas por una exclusiva. Uno de ellos dio un paso decidido al frente, preparándose para hacer la primera pregunta, cuando el sonido estridente de una sirena desgarró el aire, haciendo que todos volvieran el rostro al mismo tiempo.
— Mierda… — susurró el fotógrafo.
Una patrulla de la policía se detuvo a pocos metros con las luces girando. Uno de los oficiales saltó del coche ya con un bloc de multas en la mano, caminando directo hacia el frente del vehículo de los reporteros, que estaba descaradamente estacionado en el lugar reservado para patrullas.
El otro oficial, con