Capítulo 81
El silencio se cernía entre ellos, denso y lleno de todo lo que no se había dicho en el último mes. Patricia aún parecía en estado de shock, los ojos llenos de lágrimas, los labios temblorosos. Augusto estaba allí, de carne, hueso… y con el corazón oprimido.
Ella respiró hondo, intentando recuperar el control de sus emociones.
— Joel… — comenzó, aún con voz baja — él cuida de la huerta, del frutal, del jardín. Es un buen hombre, me ayuda con todo por aquí.
Augusto asintió, aliviado. Tal vez había sentido celos por un segundo, pero la explicación disipó cualquier sombra de duda.
— Y… — ella posó sus manos con delicadeza sobre el vientre. — Son dos.
Él frunció el ceño, confundido.
— ¿Dos…?
— Dos bebés, Augusto. Son gemelos. Por eso mi vientre ha crecido bastante en poco tiempo.
El mundo pareció detenerse por un instante.
Los ojos de Augusto se abrieron desmesuradamente, y en un gesto casi instintivo, dio un paso al frente, llevando sus manos hasta su vientre con cuidado, com