Capítulo 56
A la mañana siguiente, la pareja Avelar llegó a la empresa juntos. Patrícia llevaba un traje sastre elegante, discreto, y el cabello recogido en un moño con encanto. Augusto, siempre impecable, conducía a su esposa por el vestíbulo como si fuera un ritual silencioso de complicidad. Conversaban sobre los planes del día mientras esperaban a que el nuevo CEO llegara a la oficina.
Mario, el asistente, apareció en la puerta con una expresión cordial y un leve toque de entusiasmo.
— El CEO ya ha llegado, señor Avelar.
Augusto asintió, se levantó y le ofreció el brazo a Patrícia, que lo aceptó con una leve sonrisa.
Caminaron juntos hasta la sala de reuniones. Cuando la puerta se abrió, los dos entraron, pero lo que encontraron al otro lado les causó una pequeña sorpresa: Lorenzo estaba allí, impecable con un traje gris, mirándolos directamente con una sonrisa confiada.
Patrícia parpadeó varias veces, sorprendida. La conmoción al reconocerlo fue inmediata. Su estómago se hizo un n