Capítulo 57
Patrícia se acomodó en el asiento junto a Augusto. La comodidad del asiento no impidió la leve opresión en su pecho. Miró por la ventanilla, viendo cómo la ciudad se alejaba lentamente mientras el avión ganaba altura.
Suspiró profundamente.
— Ya te echo de menos — murmuró, más para sí misma que para él.
Augusto la miró con ternura y tomó su mano.
— Fue un viaje especial… Pero tenemos nuestro hogar esperándonos.
— Lo sé. Es solo que… me sentí diferente aquí. Libre, ligera, como si el tiempo se hubiera ralentizado — dijo, recostando la cabeza en su hombro. — Todo fue tan bueno, incluso con algunas sorpresas.
Él sonrió y besó su cabello.
— Sí, hasta las sorpresas formaron parte. Y la mejor de ellas es saber que seguimos fuertes. Que nada nos afecta por mucho tiempo.
Ella sonrió en silencio y cerró los ojos unos minutos, sintiendo la suave vibración del avión y el calor de su tacto.
***
Horas después, el jet aterrizó discretamente en el aeropuerto privado. Ya en la pista, la l