Los ojos de Emily lo inspeccionaban fijamente, sus cuerpos estaban bastante cercanos, Aiden se puso rígido, intentando mostrarse serio.
—	¿Qué haces aquí?, ¿qué pretendes? — Murmuró Emily mirándolo con sospecha en la tenue oscuridad.
—	¿Qué?, ¿de qué hablas? — Aiden intentó apartarse, dando un paso hacia atrás, hasta donde el espacio se lo permitía.
—	No te hagas, sé que seguramente tienes algo planeado… Para empezar dime, ¿qué haces aquí? — Susurró Emily, cruzándose de brazos y acercándose instintivamente a él.
—	Estoy aquí para cenar… No tengo nada planeado, de hecho, me gustaría hacer las paces. — Intentó aclarar Aiden, levantando ambas manos como un gesto de rendición y buena voluntad, al tiempo que la miraba con mucha seriedad.
—	¿Las paces? No te creo, ¿crees que no me he dado cuenta? Has estado ignorándome durante toda la velada… Algo planeas. — Susurro, Emily, evidentemente molesta.
—	Solo pretendo evitar molestarte… ¿O es que eso no te gusta? ¿Qué te ignoré? — Aiden ele