La sed de poder de Haldor es evidente. Quiere el trono y está dispuesto a aniquilar a cualquiera que se interponga en su camino. Su arrogancia lo lleva a creer que su vasto ejército es invencible. No se da cuenta de que su fuerza no se compara con la astucia y el valor de su hermano y la gente que lo apoya. La batalla final se acerca. La pregunta ahora no es si Haldor será derrotado, sino si el amor, la lealtad y el coraje de Wolf y Christina serán suficientes para superar la furia de un rey que no tiene nada que perder. Si te ha gustado esta historia, te invito a agregarla a tu biblioteca para no perderte los próximos capítulos. Y si deseas seguir mis creaciones, puedes hacerte mi seguidor.