Capítulo 71
El olor a desinfectante llenaba la habitación. El hospital de la manada de Plata era el mejor, pero nada de eso me daba paz. Ares estaba malherido, cubierto de vendas, su respiración débil. Xavier, en la cama de al lado, parecía un cadáver que aún respiraba, tan pálido que daba miedo. Los ancianos murmuraban que la oscuridad le había drenado todas las energías, que apenas quedaba un hilo de vida.
Me quedé en medio, cuidando a los dos. Mis ojos se movían de un cuerpo al otro, necesitaba cuidarlos como ellos lo hacían conmigo, aunque sabía en el fondo que no vigilancia no evitaria que la muerte se llevara a alguno.
Los médicos me había dado pronósticos muy negativos, Ares por la herida en su espalda, cuando Gabriela con saña le enterró las tijeras y Xavier porque estar en la oscuridad, intentar no perderse, le había quitado todas sus fuerzas.
Liliana estaba sentada en la esquina, temblando. Sus lágrimas caían, estaba muy nerviosa, su cuerpo parecía de gelatina, hasta que al