Capítulo 33
Quería volver con Ares. Esa información podía cambiarlo todo y yo podía salvarle la vida y si eso estaba en mis manos, lo haría, sin dudarlo.
El se había ganado mi cariño, en verdad estaba intentando que se ganara mi amor, lo merecía.
Cuando llegué a la cabaña que había alquilado con Clara, me encontré con una escena que no esperaba. Gabriela estaba allí, su presencia era incómoda para nosotras, pero ella actuaba como si fuera una amiga de visita.
—¿A qué viniste? —pregunté, sin ocultar mi incomodidad, mientras ella caminaba de lado a lado observando todo.
—No sabía que visitar la manada ahora requería permiso —respondi con tono ácido—. Vine a resolver unos asuntos que no te incumben, así que quiero descansar, por favor vete.
Me observó de pies a cabeza, con esa mirada altiva que siempre usaba para incomodar. Luego le pidió a Clara que se fuera y se sentó con total tranquilidad en el sofá.
—Tu hermana no ha logrado quedar embarazada del Alfa —soltó sin rodeos, encendiendo