Capítulo 49
Ares me miraba con ternura y dulzura , su mirada me hizo ver qué era el único que me veía de esa manera tan profunda.
—Mía… lo sabes, ¿verdad? Que siempre he querido cuidarte, que eres lo más importante para y que de no ser por el regreso de Rebeca, tu serías mi esposa.
Respiré hondo. La conversación que estaba por tener no sería fácil, no quería hacerle daño, el no se lo merecía.
—Ares, tienes que entenderlo, Amo a Xavier, no tengo planes de casarme contigo ni con nadie. No ahora… quizá nunca.
Él no apartó la vista y suspiro, Por un momento, el llanto de mi cachorro se escuchó, mientras Liliana lo cuidaba, se había despertado muy seguramente con hambre.
Pero esto hizo que Ares tuviera un clic de su presencia
—Ese cachorro… ¿es tuyo?
Asentí, mientras cruzaba los brazos y suspiraba nerviosa.
—Lo supe poco después de dejar la manada de Plata. No le dije nada a nadie, es mi cachorro, de nadie más.
Ares tragó saliva, su voz sonó un poco más baja.
—Mía… dime algo con total sin