13 - La vida no es color rosa.
Enzo no podía dar crédito a lo que escuchaba, pero sabía que debía actuar de forma más inteligente que Valentina, y si, lo que decía su asistente era verdad, definitivamente sería una forma de traición por su parte.
— ¿Estás segura?
— No, por eso le estoy sugiriendo que revises el sector contable. Solo vi el documento una vez, cuando ella me pidió ayuda, y me pareció ver que sus ganancias fueran veinte por ciento más que tu empresa — explicó —. En los documentos no he notado nada, talvez con el acceso puedo ayudar, pero es mejor si contrata un auditor.
— Gracias por esto, Keila — murmuró pensativo, y le indicó que se fuera.
Era el momento de llamar a su mejor amigo. Tomó el celular y marcó su número, cuando éste atendió, se encontraba sorprendido de ver que el gran magnate lo estaba llamando.
— ¿A qué se debe este milagro? — Habla su amigo, al otro lado de la línea.
— Necesito tu ayuda. Es algo importante que no puedo decírtelo por este medio — La seriedad que emanaba la voz de E