Capítulo 68
Antonella Salvatore de Ferrer
ME SALIÓ CELOSO Y POSESIVO
Apenas llevamos un mes de habernos mudado a nuestra nueva casa. Es mucho más grande que el penthouse, que por cierto extraño. Estoy tratando de acostumbrarme a la nueva casa, es mucho más amplia por dentro y por fuera, tiene un extenso jardín donde me imagino a mi pequeña Antonieta correr y jugar. Me parece increíble cómo pasa el tiempo. Si hace poco estaba más pequeña, pareciese que fue el día de ayer que di a luz. Quedarme en casa fue la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo; dedicarme a ser madre es una experiencia que vale la pena vivirla. Antonieta es una bebé muy tierna, fácil de adorar; mi familia la consiente y la mima con demasía. Los tiene encantados y embobados a todos, incluyéndome. El amor de madre no se compara con el amor de una hija a sus padres o de una mujer a su esposo.
Veo a mi pequeña dormir, admirando cada parte de ella.
Me alejo y voy a la cama, recordando que mi esposo está últimament