CAPÍTULO 49
BODA (PARTE 4)
¡El matrimonio se ha consumado!
Estoy de espalda, recostada en el pecho de mi amor, mi cabeza a un lado con los ojos cerrados dejando que el agua caliente me relaje y las caricias que me da mi esposo, hace que pierda un poco las ganas de dormir, permitiéndome sentirlo, permitir que me ame como me lo dijo hace un momento, también quiero hacerle el amor, entregarnos a las caricias, al deseo, sobre todo al amor, ambos sentimientos.
Emiliano pasa la esponja suavemente por mi piel, justamente sobre mis pechos. El contacto eriza mi piel, mis pezones sensibles y erectos bajo el agua. Él sigue pasando la esponja jabonosa por cada lado. Gimo de placer.
—Podría quedarme así por horas, dejándome hacer por esas manos cualquier cosa.
—Y yo, gustoso de hacerlo, mi amor, además que me gusta.
Él sigue recorriendo cada rincón de mi cuerpo mientras su respiración me golpea en el oído. Su otro brazo cruza mi pecho, hasta que su mano izquierda va sobre mi seno derecho; sus dedo