~ Ónix
El cansancio se apodera de todo mi cuerpo mientras sigo a Maren a su sala de reuniones.
He estado fuera de casa, de Siena, durante más de una semana.
Por suerte, esto ha valido la pena. Maren vio mi presencia como la amenaza que era y me ofreció un trato a cambio de su obediencia. No es lo ideal, pero es lo que necesito para consolidar las fronteras de mi manada.
—Bueno, supongo que tu visita fue un éxito —afirma Maren, regalándome su sonrisa característica.
La verdad es que antes me parecía bastante guapa. Es solo unos años mayor que yo y sabe cómo dominar una habitación. Ahora sus rasgos me parecen austeros y desagradables.
Deben ser todos los años que pasé siendo despreciado por ella.
Los acuerdos de nuestro acuerdo comercial entrarán en vigor en diez días. Hasta entonces, espero que no causes problemas. Mis palabras tienen un matiz de advertencia.
Nuestro acuerdo es que ella mantendrá a su gente fuera de mi territorio y, a cambio, le permitiré que algunos de mis soldados se