POV Alexander
La recosté sobre la cama con cuidado, desesperado por hacerla reaccionar. Su cuerpo seguía tibio, pero inmóvil. No respondía a mis caricias, y por primera vez, tuve miedo. Parecía que algo dentro de ella se había apagado, como si sus sentidos se negaran a conectarse conmigo. Y eso… eso me destrozó.
La observé. Estaba tan quieta, con el rostro sereno, como si todo estuviera bien. Pero yo la vi antes de que cayera inconsciente. Vi el pánico reflejado en sus ojos, ese miedo que no debería estar allí. No de mí. Yo jamás le haría daño. La amo con cada fibra de mi ser, y sin embargo, la lastimé. ¿Cómo llegamos a esto?
Una parte de mí no puede evitar aferrarse a la esperanza. ¿Y si está embarazada? ¿Y si por eso vino? La idea me golpea con fuerza y al mismo tiempo me arranca una sonrisa involuntaria. Me invade una alegría tan nueva, tan intensa, que por un momento se lleva el peso de la culpa. Tener un hijo con Cecil… sería un milagro. Un nuevo comienzo.
No sería un mal momen