Alexander entró a la habitación donde estaba Sarai después de que sus suegros salieron del hospital y su expresión dura lo decía todo, estaba enojado. No por el bebé, pero si por la actitud del padre de Saraí, ella al ver su rostro tembló, porque su padre ya le había dicho que le reclamó a Alexander por su embarazo.
— ¿Cómo te sientes? — preguntó él en un tono de voz que hizo que ella se sintiera confiada.
Alex quería preguntarle muchas cosas pero no era un salvaje para atacarla en el hospital, él necesitaba que ella le explicara por qué había hecho las cosas de esa manera.
— No me siento muy bien, yo estoy… creo que mis padres ya te lo dijeron — dijo mirando hacia abajo, tratando de verse avergonzada. De alguna manera tenía que recuperar la confianza de Alex.
Ellos habían tenido una discusión saliendo del hospital, por qué Saraí quería pasar más tiempo con Aria, pero Alex no podía dejarlas solas porque ya le había demostrado que ella no tenía paciencia con niños.
Para Alex su h