KYLE LYNCH
Esperé y esperé detrás de la puerta del baño, con el hombro recargado en la pared y las manos en los bolsillos. Recordé aquellos tiempos donde pasaba por fuera de la habitación de Tina justo cuando estaba tomando un baño. Era una cantante de regadera profesional y a veces me quedaba atento todo el tiempo que duraba ese baño, escuchándola cantar y… bueno, también imaginándome cómo se veía el agua tibia cayendo por su cuerpo.
¿Podría decir que siempre he estado enamorado de ella?
De pronto escuché algo que no era canto, más bien llanto. Mi corazón se estrujó y mi cuerpo se erizó. Posé mi mano en el pomo de la puerta y dudé por un instante en entrar e incomodarla. Era claro que todo lo que había hecho no me hacía merecedor de consolarla, pero… su llanto no se detenía y me estaba torturando. Tenía dos opciones, dar