IDRIS LYNCH
Ni siquiera pude responder, cerré mis ojos con fuerza y cubrí mi boca mientras lloraba, luchando contra el dolor de mi garganta y los espasmos que sacudían mis hombros al no poder controlar mi llanto. Cuando me di cuenta, Liam me envolvió en un abrazo, consolándome con ternura y acariciando mi cabello.
—Lo siento, no soy muy bueno intentando ser romántico —dijo en un susurro mientras limpiaba mis lágrimas con paciencia y dulzura.
—Sí quiero —contesté abrazándome con más fuerza a su cuello.
—¿Sí quieres? ¿Quieres ser mi esposa? ¿Quieres envejecer conmigo? ¿Quieres perdonar todos los errores que cometí y darme una segunda oportunidad?
—Sí, sí… sí… Sí a todo —contesté con voz temblorosa y sorbiendo por la nariz, provocando una sonrisa tierna en sus labios.
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No estaba acostumbrada a cargar un anillo en mi dedo, además, el diamante tenía un tamaño considerable. No dejaba de darle vueltas y acariciarlo, era la muestra de que había aceptado unir mi vida a la de Liam y tenía l