NARRADORA
En el fondo de la cueva, donde antes estaba una pared de hielo, ahora había un pasaje excavado en una gruta.
Un pasillo sinuoso que los llevaba, a lo que parecía un bosque lleno de pinos.
El olor a madera, a fresco, a nieve, se filtraba en una brisa que los transportaba a un bosque invernal.
— Aidan, ¿está bien?
Anastasia de repente salió de su trance y miró hacia Cedrick y Raven que estaban con el cachorro.
El Rey lo cargaba y Raven le acariciaba el cabello con el rostro angustiado.
— Consumió demasiada energía mágica y además, ahora su lobo de invierno, Theo, es el que está sosteniendo la otra pared, de manera temporal.
— Alfa del pantano, no tiene nada que temer. Su pacto ya no es eficaz y su silencio, es innecesario - Dalila les explicó.
Hasta ella había sido sorprendida por la acción del príncipe.
¿Cuánto poder en realidad guardaba ese cachorro dentro?
La magia hoy era tan poderosa, que tomó control y autonomía de su propio pequeño cuerpo.
Eso era algo prodigioso, pe