— Mmmm – me ha agarrado un poco del cabello húmedo, para hacerme levantar la cabeza y ha mordido mi oreja con sus caninos para luego lamerla – los dos, me encantan los dos, ambos me excitan y los amo, ambos son mis Alfas.
Respondo ida en la pasión, pero de repente me quedo paralizada.
Otra vez he vuelto a manifestar mis verdaderos pensamientos en voz alta.
— Repítelo de nuevo – la voz mitad animal, mitad hombre susurra ronco en mi oído – dímelo de nuevo mi loba, hazme venirme sin siquiera tocarme.
— ¿Me encantan? – me hago la tonta y recibo una nalgada que lejos de dolerme me gusta demasiado.
— Prueba de nuevo y levántate un poco— su aliento caliente estremece mis sentidos y siento como una mano baja acariciando mi vientre que he logrado despegar del suelo.
— Ambos me excitan – le respondo también en un susurro y juro que vapor sale de entre mis labios, espero mi próximo castigo que no tarda en llegar.
— Sssshhh… mmmm – gimo mordiendo mi labio inferior cuando sus dedos comienzan a jug