Me levanto negando con la cabeza, con ganas de escupirle a la cara a esta desgraciada, pero no quiero dar más motivos para avergonzar a Cedrick y que sigan diciendo que soy una vulgar salvaje y ahora, también venenosa y mentirosa.
Escucho a mi alrededor la exclamación general de indignación y las miradas acusadoras, pero a mí, solo me interesaba una persona en esta manada.
¿Cómo me estaba mirando mi Alfa?
— Cedrick ... — murmuro e intento dar un paso hacia él.
Sin embargo, Cedrick ni siquiera tenía sus ojos puestos en mí y cuando intenté explicarle por vínculo telepático, me tenía bloqueada.
Algo dentro de mi corazón se rompió.
Sé que volví a fallar por ingenua. Me creí muy inteligente y solo era la presa.
Por alguna razón recordé ese momento en mi juicio, cuando todos también me acusaban injustamente y nadie me defendió, ni siquiera mi mate.
Bajé mi cabeza llena de ira, dolor y humillada una vez más.
— Vamos Luna, vamos a tu habitación, el Alfa me ha mandado a buscarte y a ll