Hoy era el día en que me enfrentaría directamente a todos ellos, quería ver sus rostros llenos de rabia y frustración.
pero en especial quería ver el rostro de Dunkel, quería ver en sus ojos el odio hacia mi, disfrutar de cada mirada de rencor. quería que todos supieran que no pudieron derrotar a un simple cero.
El evento de hoy definitivamente era crucial para nuestros planes, hoy le declararemos la guerra a todo el concejo.
El rojo sangre de mi vestido abrazaba cada curva de mi cuerpo como si hubiera sido hecho a medida. Cada paso que daba con los tacones negros resonaba como un golpe en la conciencia de quienes me habían dado por muerta. Estaba viva. Más viva que nunca. Y esa noche… esa noche iban a recordarlo.
Entré al salón con la barbilla en alto, el corazón latiendo como un tambor de guerra. Todo estaba bañado en luces doradas y música elegante, pero lo que sentí al cruzar la puerta fue tensión. Un silencio cargado, una pausa incómoda que corté con mi presencia. Era la única ce