18

Al día siguiente, llegué a la empresa de Abigail donde me reuniría con los demás inversionistas. Apenas crucé la entrada, me topé con Pietro. Su mirada despectiva, de arriba a abajo, me hizo arquear una ceja, pero decidí ignorarlo. Me acerqué con calma y lo saludé.

—¿Ya están todos esperando? —pregunté con aparente indiferencia.

Él asintió de manera casi mecánica y me guio hacia la sala de reuniones. Al entrar, mi mirada recorrió rápidamente el lugar, buscando a Abigail. No estaba. Me sentí un poco decepcionado al no verla, pero decidí no mencionarlo. Me senté en uno de los asientos vacíos, manteniendo una expresión imperturbable.

Pietro tomó la palabra desde la cabecera de la enorme mesa, hablando sobre el proyecto con un entusiasmo que se sentía falso, incluso irritante.

—Es un honor tenerlo como inversionista —añadió, buscando una reacción que no obtuvo.

—¿Dónde está la señorita Greco? —interrumpí, cortando su monólogo.

Su rostro se tensó, pero lo disimuló rápidamente.

—La señora A
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App