Mundo ficciónIniciar sesiónLa noche cayó sobre Artheon como una manta pesada.
Lyra se miró al espejo de su habitación. Llevaba un vestido negro ajustado hasta las rodillas, con detalles plateados que parecían constelaciones. Elara lo había enviado con una nota: "Esta noche no eres solo una loba. Eres un símbolo."
Un golpe en la puerta la sacó de sus pensamientos.
—Adelante.
Draven entró primero, seguido de Alaric. Ambos vestían trajes oscuros formales, pero sus ojos brillaban con preocupación.
—¿Estás lista? —preguntó Alaric.
—No —respondió Lyra con honestidad—. Pero no tengo opción.
Draven se acercó y tomó su mano.
—Pase lo que pase ahí dentro, estamos contig







