Ariana
La habitación está en silencio, solo el crujir de las maderas bajo mis pies y el murmullo del viento fuera de la ventana me acompañan. El aire se siente denso, como si estuviera presionando sobre mi pecho, oprimiendo cada uno de mis pensamientos. No puedo dejar de pensar en lo que ha sucedido, en la guerra, en las vidas que se han perdido y en los sentimientos que siguen ardiendo dentro de mí, cada vez más intensos, más peligrosos.
Killian… ese nombre se repite constantemente en mi mente, como un mantra que no puedo ignorar. La mezcla de deseo y odio hacia él me consume. Lo necesito cerca, pero al mismo tiempo sé que su presencia es una amenaza. No puedo seguir sintiendo esto. La razón me grita que debo mantener la dista