— Te portas bien cariño, no le des mucha guerra a Camille, ¿Estamos? — Luciana se despedía de Emily mientras la abrazaba con mucho cariño.
—Eso haré, te lo prometo. — contestó la pequeña mientras llena de besos a Luciana, ya Santiago se había despedido de ella, pero al parecer sus dos hermosas mujeres necesitan despedirse más de una vez, y eso que mañana en la noche volverían, sonrió como un tonto enamorado.
—No te preocupes, yo voy a cuidarla muy bien y nos vamos a divertir, ya pueden irse — les dijo Camille divertida, Luciana le sonrió y soltando a Emily abrazó a Camille.
—Gracias, cualquier cosa nos avisas — Camille asintió.
—Sí mamá gallina, eso haré. — Santiago también se despidió de su prima.
—Enana, recuerda llamar a mi tío, que dijo que necesitaba hablar contigo — Camille puso los ojos en blanco, su padre últimamente estaba muy intenso.
—Sí, no te preocupes tu tampoco, ya hablaré con él — Santiago negó con la cabeza, definitivamente su prima no tenía remedio. Volvieron a