Javier se disculpó con su amigo por haberlo hecho perder su tiempo y por el berrinche que le armó en su propia casa.
—Estaré para ti, siempre que lo desees—. Dijo Cristian.
—¿Qué harás, ahora que ella se ha ido?—. Quiso saber.
—Buscarla hasta por debajo de las piedras. Aunque, tengo unos trillizos que estoy seguro me enviarán su ubicación en cualquier momento.
—¿Tan seguro estás?
—Mejor ya no me quedo más tiempo aquí. Tú harás que me de otro bajón emocional y entonces no podré ni con mi propia vida.
Javier se marchó. Esa noche le tocó dormir solo en casa, rogaba para que Valentina estuviera en un lugar seguro con los niños y que cuando el sol saliera regresaran a su hogar.
VALENTINA
Me he divertido mucho castigando con mi ausencia a Javier.
Ya sé lo que sucedió y que entre su ex prometida y él, no hay nada más que agradecimiento y probablemente una buena amistad como en sus tiempos de universidad.
No me voy a oponer a que él tenga su grupo de amigos, eso jamás, porque no soy una m