Cap. 132. Tratando de no enamorarme más.
Narrador omnisciente.
Mientras los niños corrían a buscar sus zapatos y juguetes para la salida, Maite permanecía sentada en la cama, mirando la puerta que acababan de cruzar.
Él se acercó por detrás, con ese andar seguro y pausado que tenía cuando estaba en control; siempre parecía en control.
Excepto cuando la tenía a ella debajo de su cuerpo.
—¿Estás bien? —le murmuró cerca del oído, sin tocarla, pero invadiéndola por completo.
Maite tragó saliva. Sus dedos jugaban con la sábana, sin saber qué hacer con tanta emoción contenida.
—Me asusta… lo que me haces sentir —susurró con honestidad, pero sin mirarlo.
Alexandros bajó la mirada a sus hombros desnudos, y a la curva suave de su cuello. La tentación de besarla allí mismo lo hizo contener la respiración. Pero no lo hizo.
—Tú también me asustas, Maite —confesó en voz baja—. Nunca supe lo que era temblar por una mujer, hasta que apareciste en mi vida y te clavaste en mi alma.
Ella se giró despacio.
—Y, sin embargo —añadió ella— me l