Juego de hermanos.
Ladeó la cabeza hacia un lado, mirando fijamente a Francis y no pudo contener más la risa. El rostro de su hermano era todo un espectáculo de horror, pero cuando él comenzó a reír a carcajadas, su hermano frunció el ceño y lo apuntó con un dedo.
—Eres un horrible ser humano, Andrew —acusó Francis, apuntándole con un dedo.
—Oh, Dios, ¿por qué no hice un vídeo de tu cara? —Logró decir, controlando la risa—. A Adela le hubiera encantado y seguramente se hubiera reído.
—¿Sabes lo qué encontré en una de las estanterías de libros de tu despacho? —Soltó un suspiro y mantuvo una sonrisa mientras veía a su hermano. Negó con la cabeza—. Aquí estaba yo, organizando y acomodando todo cuando me encuentro con un viejo álbum de fotografías de cuando éramos niños. Por cierto, ¿qué crees que dirá Johari cuando le muestre esa fotografía de ti vestido con un bonito disfraz de conejo de pascuas?
—No lo harías —inquirió, negando con la cabeza.
La enorme sonrisa de Francis le dijo que podría estar muy