Cuando el ascensor se detuvo en el cuarto piso y las puertas se abrieron, Johari caminó por el pasillo, cargando unos documentos en las manos.El piso, que era su lugar de trabajo, contaba con dos oficinas, una salita de descanso y la recepción. La oficina principal era la de su jefe y la otra servía como sala de reuniones. En medio de las dos oficinas se encontraba la recepción y un gran escritorio ocupaba el espacio. En la superficie, realmente pulcra y organizada, estaba una computadora, un intercomunicador, un teléfono y una multifunción.Ella rodeó el escritorio y colocó los documentos sobre este. El día apenas comenzaba e intuía que sería uno largo y muy ajetreado.Su jefe, Andrew Tanner, no llegaría hasta dentro de una hora, lo que le dio mucho tiempo para organizar todos los documentos, archivos y agenda del día. Cuando tuvo la mitad del trabajo hecho, optó por darse una pequeña escapadita hasta la sala de descanso y prepararse un buen café. Con café en mano, regresó a su pues
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