ALEXANDRA PEMBERTON
La cena fue maravillosa y la noche fue la mejor de todas; pero el día llegó muy rápido y tuve que regresar a la realidad…
Cuando estaba junto a Lucca el tiempo parecía ir más lento, todo adquiría un color más brillante y la vida se sentía inexplicablemente mejor, pero, aunque estar juntos, en nuestra pequeña burbuja era algo fascinante, no era algo permanente y tarde o temprano todo de lo que intentábamos huir nos alcanzaría.
Nuestros padres…
El odio entre las familias…
El negocio de los hoteles Golden que estaba por firmarse
Y el recordatorio constante que nuestra relación estaba llena de obstáculos
Ambos intentábamos olvidar todos los impedimentos y simplemente centrarnos en lo que existía entre los dos, pero cada vez se hacía más dif&iac