ALEXANDRA PEMBERTON
Después de salir de la ópera, Lucca me compró uno de esos globos llenos de luces y tomamos asiento en una de las bancas de un parque cercano para conversar un poco más antes de que cada uno tomara un rumbo diferente.
Estuve hablando con mi madre… - comenzó a decir con algo de duda – Quería saber exactamente porque mi familia y la tuya se odiaban…
¿No te contaron la historia?
Sí… bueno… sabes que la relación con mi padre no es muy cordial; siempre me repitió que ustedes eran nuestros enemigos y creo que me contó la historia a grandes rasgos cuando era niño, pero necesitaba saber un poco más
¿Y qué te dijo tu madre?
Comencé a relatarle lo que mi madre me había contado y aunque al inicio la historia parecía s