Nikolai se sienta en la cama junto a Ángela, que desayuna tranquilamente. Él ha preparado el desayuno especialmente para ella, y ahora la mira con una expresión preocupada.
— ¿Te pasa algo? —pregunta Ángela, notando la preocupación en su rostro.
Nikolai suspira.
— Sí, ayer quería contarte algo, pero estabas muy dormida y no quise despertarte.
Ángela se acerca a él, apartando el cabello de su cara.
— Confía en mí, Nikolai. ¿Qué pasa? —le pregunta, con curiosidad.
Nikolai duda un momento antes de hablar.
— Descubrí algo importante sobre James. Parece que está hablando con la competencia y contrató a un hombre para que le ayude a elegir libros que pueden ser un gran éxito.
Ángela se sorprende.
— Eso es por la herencia, ¿verdad? —pregunta, levantando una ceja.
Nikolai asiente.
— Sí, pero eso no tiene nada de malo porque estamos en una competencia. Lo que pasa es que el hombre que contrató... Vladimir descubrió que pertenece a la competencia. Trabaja o trabajó para ellos.
Ángela se queda p