Mundo ficciónIniciar sesiónÉl había regresado.
Y no volvería a alejarse.
Ni siquiera cuando la sombra del hijo bastardo de Richard empezara a acecharlos en silencio.
El día siguiente amaneció más brillante de lo que debería para una jornada que, sin que ellos lo supieran, marcaría el inicio de la tormenta. Era uno de esos momentos extraños donde la luz parece más amable, donde el aire parece más cálido y donde los pasos de la vida cotidiana retoman un ritmo que se siente casi… dulce. Kira preparó la pañalera con la calma precisa de quien busca recuperar estabilidad. Damian estaba sentado en su sillita, golpeando un peluche de león contra la mesa con la absoluta ferocidad de un bebé de siete meses. Luka estaba terminando de amarrarse los tenis







