Mundo ficciónIniciar sesiónEl reloj marcaba las nueve y cuarenta y tres de la mañana cuando Julian se dio cuenta de que no había desayunado.
Llevaba tres cafés encima, uno frío en la esquina del escritorio, y un correo interminable de William con el asunto “ASUNTO INTERNO URGENTE”.
Marcus discutía con alguien por teléfono al otro lado de la sala de juntas. El ambiente olía a papel húmedo, tinta, y a esa clase de tensión que no necesita palabras para sentirse.
Helion se había convertido en un campo minado.
Durante semanas, habían notado irregularidades en los movimientos de algunas cuentas: información filtrada, reuniones canceladas misteriosamente, proyectos que se saboteaban a sí mismos. Y esa mañana, finalmente, ha







