Mundo ficciónIniciar sesiónNo sé si tal vez había perdido la esperanza de volver a ver a Caterina despertándose en esta habitación, en nuestra habitación, donde vivimos tantas cosas juntos; donde la cuidé cuando se enfermó y ella descubrió quién era yo en realidad. Donde, por primera vez, empecé a dejar a un lado algunas de mis más severas convicciones, donde mis principios de “don” sin emociones, ni dudas, se vieron puestos en duda. Donde descubrí lo que era el amor, y que la amaba a ella sobre todas las cosas.
—¿Qué haces? Deja de tocarme —Caterina abre los ojos y siente un leve malestar. Se acostó muy tarde y muy disgustada, por lo que ahora su cuerpo resiente el que haya perdido algunas horas de sueño.
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