La comitiva real comenzó el largo viaje de cinco días desde Eldorheim hasta Wolfpine. Phoenix, dentro del carruaje, alternaba su tiempo entre estudiar con sus damas de compañía y admirar el paisaje cambiante. Las montañas nevadas gradualmente se transformaban en densos bosques, mientras el día daba lugar a la noche y, nuevamente, al día. Afuera, Ulrich lideraba la comitiva, atento a la hermosa tarde que se desplegaba entre Eldorheim y Wolfpine.
Ulrich, naturalmente, quería seguir adelante y tratar de transformar el viaje de cinco días en cuatro, pero recordaba bien la última vez que intentó pasar por encima de los deseos de Phoenix: fueron atacados por un oso. Decidido a evitar otro conflicto, levantó la mano, deteniendo la comitiva. Se giró en su caballo y anunció: "Vamos a descansar en Silvershade".
En el carruaje, Phoenix estaba inmersa en sus lecciones, aprendiendo a leer algunas palabras en un libro con la ayuda de sus damas. Sintió que el carruaje se detenía y, curiosa, preguntó