En cuanto salimos de esa bodega, veo frente a mí a Damián, Linsey y Lucas. Sus rostros reflejaban un gran alivio y felicidad, tanto que ninguno pareció notar que estaba esposada.
Damián dejó a Linsey con Lucas y rápidamente se apresuró hacia mí para después abrazarme con todas sus fuerzas. Siento que mi corazón se rompe al no poder corresponderle y abrazarlo también.
—¡Mi amor! —exclamó en un tono desesperado. Su voz casi se quebraba y me besó lleno de necesidad.
Soporté el dolor en mi labio inferior debido a la herida que tenía por la pelea con Ernesto, y también lo besé con las mismas ansias e intensidad.
—Por un momento pensé que te perdería; debiste decirme que este era tu plan —dijo Damián al separar nuestros labios, juntando su frente contra la mía mientras sostenía mi rostro entre sus manos.
Las lágrimas caen recorriendo mis mejillas; bajo mi cabeza y él besa mi frente.
—Lo siento mucho... —mi voz apenas fue un leve susurro.
—No, no te disculpes, ya nada de esto importa; lo imp