Mundo ficciónIniciar sesiónLa luz del segundo amanecer en Durania encontró a Mariana despierta, recorriendo los límites de su jaula de oro con la metodicidad de alguien que buscaba debilidades en una fortaleza. Había pasado la noche explorando cada rincón de la suite, tocando paredes en busca de paneles secretos que sabía que no existirían, examinando molduras ornamentadas buscando algún mecanismo oculto que la liberara.
No había encontrado nada. Por supuesto que no.
El sol de la mañana entraba a través de las ventanas selladas, iluminando el lujo que la rodeaba con crueldad casi burlona. Los muebles eran obras de arte, las alfombras persas bajo sus pies probablemente valían más que el salario de todo un añ







