Mundo ficciónIniciar sesiónEl vestido azul colgaba del armario como acusación silenciosa. Mariana lo había estado mirando durante la última hora, sabiendo que el momento de ponérselo se acercaba con la inevitabilidad de una sentencia.
Era hermoso, tenía que admitirlo. Seda pura en tono azul profundo que Tariq había dicho que "hacía juego con sus ojos". El escote era modesto pero elegante, la caída de la falda perfecta para moverse con gracia. Había sido hecho a medida, obviamente, porque se ajustaba a su cuerpo como si hubiera sido diseñado específicamente para ella.
Lo cual, por supuesto, lo había sido.
Dos sirvientas esperaban pacientemen







